Escribiendo con ceros y unos, hablemos del libro electrónico

Son pocos, hoy en día, los sistemas de comunicación e información que se resisten a ser digitalizados. Hace unos pocos meses que nos despedimos de la televisión analógica y ahora, especialmente tras la irrupción de Apple con el iPad, todo parece indicar que le ha llegado el turno al libro de papel. Aunque tampoco debemos pensar que éste es un fenómeno nuevo, de hecho, en 2003 nace Google Books y también recuerdo cómo a finales de 2005 CEDRO consiguió que se cerrara el FTP de Michel (con casi 2000 títulos digitalizados, que se ofrecían de manera altruista), demostrando que la $GAE no es la única asociación que sabe cómo gestionar los derechos de autor “eficazmente”…

No obstante es muy probable que no seas muy asiduo a Google libros o que jamás hayas oído hablar del FTP de Michel, pues, en la actualidad, el libro electrónico se enfrenta a dos grandes dificultades: la falta de contenido en formato digital y la escasa difusión de los dispositivos dedicados a su lectura. Respecto a la falta de contenido, en parte, se debe a que las grandes editoriales, como ocurriera otrora con las discográficas, ven amenazado su negocio con este nuevo formato y, por tanto, sean reacias a publicar libros digitales, a lo que hay que sumarle que, para los usuarios, el paso de un formato a otro es tedioso y siempre resultará un producto de baja calidad. Me explico, ripear un CD y convertirlo a formato MP3 y viceversa es una labor rápida muy sencilla, pudiendo obtener en ambos casos música de gran calidad. Sin embargo, escanear un libro y convertirlo a formato digital con herramientas de OCR es un proceso lento, monótono, aburrido,… y el resultado final es muy probable que no tenga una gran calidad por lo que no cabe esperar un empuje por parte de los usuarios en este sentido como ocurriera con formatos como el MP3 o el DIVX. El otro gran problema del libro digital es que nos cuesta leer en la pantalla del ordenador, nos resulta incómodo y nos cansamos con rapidez leyendo en una pantalla retroiluminada, por esto surgieron los eReaders (en castellano nos referimos tanto a una obra en formato digital como al dispositivo electrónico ideado para su lectura con el mismo término “libro electrónico”) que emplean la llamada tinta electrónica que no necesita retroiluminación por lo que es menos fatigosa a la vista, tiene un menor consumo energético y gran movilidad dado que las pantallas tienen un grosor de 3 milímetros e incluso pueden ser flexibles. No obstante, especialmente con la llegada del iPad, los Tablets PC, a medio camino entre un portátil y un Smartphone, han dado un fuerte impulso al sector, pese a contar con pantalla retroiluminada.

 Foto: iPad (tablet) vs Kindle (libro electrónico)

La realidad es que, en la actualidad, en la Feria del Libro celebrada estos días en Frankfurt, que es considerada la referencia en el sector, el libro electrónico ha sido el gran protagonista, se cree que en dos años el 25% de las ventas serán en formato digital y que en 2018 el formato digital superará en ventas al tradicional. Sin embargo, también se piensa que ambos formatos convivirán largo tiempo pues cada uno presenta sus pros y sus contras. A favor del libro electrónico tenemos ahorro en costes de producción, almacenamiento y distribución, además cualquier escritor puede publicar sus propios libros sin grandes dificultades, desaparecen los problemas de stock, un menor impacto medioambiental (en teoría, porque luego esto va por modas, avances tecnológicos y demás y no sabemos cuál será la vida media de un eReader y la basura “tecnológica” que se generará, aparte de necesitar energía para su uso) para los usuarios tiene la ventaja de que ocupa infinitamente menos espacio, presumiblemente las  obras se venderán a un precio más bajo que en papel, una mayor versatilidad que un libro convencional, permite bajar contenidos de internet como por ejemplo la edición diaria de cualquier periódico, es muy cómodo para viajar etc. Pero no todo son ventajas, la editoriales temen a la piratería y los usuarios perderían parte de lo que podemos llamar la “cultura del libro” el olor, el tacto, el pasar las páginas, ¿cómo se regala un libro digital? ¿o cómo se dedica o se firma? parece poco personal, y a quienes le gusta usar libros como elemento decorativo tampoco les es de utilidad, además desaparece la posibilidad de que una determinada edición se revalorice con el paso del tiempo, por otro lado el precio de los eReaders es algo elevado…

En cuanto a la escasez de contenido, parece que será cuestión de tiempo que dicho problema desaparezca, pues los grandes están tomando cartas en el asunto: Amazon dispone, en estos momentos, de más de 480.000 libros en formato electrónico, 132 periódicos y unas 40 revistas todo en formato digital, por otro lado Apple ha creado la iBookstore donde podemos adquirir libros electrónicos en formato ePub (que es el formato estándar de los libros electrónicos, lo cual es de agradecer) y por último Google ha anunciado que antes de finales de año lanzará Google Edition donde, tras llegar a una serie de acuerdos con más de 35.000 editores de unos 100 países, se podrá acceder alrededor de 400.000 títulos en principio desde cualquier dispositivo a excepción del Kindle de Amazon. Si nos limitamos a España la oferta es más reducida, por ejemplo la en La casa del libro se ofrecen unos 1.600 títulos en formato electrónico y si acudimos a webs especializadas como todoebook la oferta es algo más amplia pero poco más.

Otra cuestión aún por resolver es cuánto vale un libro electrónico, tema abordado en la ya citada Feria del Libro en Frankfurt, donde una minoría de los editores piensa que debería costar igual (15% de los encuestados) o ser más caro (4%) que el mismo libro en formato tradicional, el resto considera que debería ser más barato pero ¿cuánto? Se baraja un abanico entre un 10% y un 30% más barato, otros abogan por establecer una tarifa plana que permita descargar todos los títulos que se deseen y los anglosajones son más partidarios de ofrecer, mediante micropagos, una obra por capítulos o por partes de su contenido, pero es un tema que aún está en el aire y que seguramente el mercado será el que decida.

Y por último queda abordar el tema de los dispositivos para visualizar libros electrónicos, ya que la difusión de dichos dispositivos y el contenido deben ir de la mano para que el formato tenga éxito porque lo uno sin lo otro no tiene sentido. Ahora mismo se podría decir que estamos en una “guerra” entre los lectores “puros”, de tinta electrónica, concebidos únicamente para visualizar libros electrónicos, y las tabletas que ofrecen prestaciones similares a las de un portátil. A favor de los eReaders está el hecho de que están ideados exclusivamente para la lectura de libros electrónicos por lo que cumplen mejor esta función, las tabletas por su parte ofrecen funcionalidades añadidas. Los libros electrónicos gozan de una autonomía muy superior a la de las tabletas, al usar tinta electrónica la pantalla no parpadea ni deslumbra por lo que cansa menos la vista, tienen un tamaño más reducido y un precio más asequible. Las tabletas permiten reproducir todo tipo de documentos, las posibilidades de interactuar con el usuario son mucho mayores, son a todo color, permite la reproducción de imágenes en movimiento, navegar por internet, revisar el email, etc.

Los libros electrónicos más vendidos son, a nivel mundial, el Kindle de Amazon (139-189 dólares)  y marcas como Sony también han apostado por el libro electrónico, con el Reader (180-300 dólares). En España la marca líder es la andaluza Grammata con su libro electrónico Papyre (200-450 euros) también los modelos de Inves (180-280 euros) están teniendo buena aceptación en nuestro mercado. Dentro de las tabletas, prácticamente todos los fabricantes de PC ofrecen algún modelo, siendo los más conocidos el iPad (490-690 euros) y el Samsung Galaxy Tab (en torno a los 800€). Merece especial mención el caso del iPad, que sin ser un libro electrónico propiamente dicho, ni tampoco un NetBook, lidera ambos mercados: alcanzando una cuota del 22% en el mercado de los eBooks y frenando las cuotas de crecimiento de los NetBooks del 179% a finales de 2009 al 5% en abril, según un estudio de Morgan Stanley. No obstante, el mercado del libro electrónico es aún muy reducido, se calcula que ahora mismo en España puede haber entre 50.000 y 100.000 usuarios con libro electrónico y en Estados Unidos la cifra ronda los 11 millones, por esto no podemos obviar otro dispositivo que en estos momentos está alcanzado una gran difusión y también puede emplearse para la visualización de libros electrónicos, el SmartPhone, razón por la cual las principales plataformas para leer eBooks están adaptando su software para que pueda ser utilizado en iPhone, Android, Windows Mobile o Blackberry.

Os dejo un vídeo donde se compara el iPad con el Kindle:


Para concluir este post me gustaría recoger unas declaraciones de Jürgen Boos, máximo responsable de la Feria del Libro en Frankfurt, durante la celebración de la misma: “¿Se acuerdan de Gutenberg? Con él empezó la broma y se liberaron los libros, entonces en manos de los monjes. Ese desmoronamiento que se dio entonces se está viviendo en una segunda oleada[…]”. Personalmente, considero que el avance del libro electrónico es ya imparable y de cuya implantación todos resultaremos beneficiados: autores, editores, distribuidores y usuarios pues se está dotando al producto de un mayor valor añadido con un menor coste. Al igual que considero que no deben preocuparse los nostálgicos pues, de la misma manera que aún perdura el vinilo, es muy probable que el libro de papel, aunque en tiradas más reducidas, conviva con el formato electrónico.

Y para muestra un botón, a continuación podéis ver cómo sería este mismo post en formato de libro electrónico:


Un saludo y, como siempre, cualquier comentario será bien recibido!

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6 comentarios:

Mónica dijo...

Muy buen post Demetrio! Me ha gustado mucho porque tiene muchísima información.

Me gustaría rascar un poco más en el tema de los libros electrónicos y las tabletas. En mi opinión es más práctico y útil las tabletas... tienen más funciones además de la que te proporciona el libro electrónico por un precio un poco más elevado... Por eso, como he comentado en mi blog, quizás veo un poco turbio el futuro de estos dispositivos... porque el IPAD de Apple cumple la misma función e incluye muchísimas otras.

Aun así esto del libro electrónico me parece "un gran invento", la eficiencia acaba primando y las nuevas tecnologías han llegado a este mundo por lo que dentro de un tiempo nadie leera libros en papel. Si ves el principio del video de mi blog dice "Antes se leia en Papiros, en la biblioteca hay un monton de Papiros y NADIE LOS LEE"... lo mismo pasará con el libro de papel.

Bueno me ha gustado mucho tu post!
Un saludo Demetrio!

Demetrio dijo...

Hola Mónica!! Muchas gracias por leer el post y compartir tu opinión

Lo cierto es que a mí también me llama más la atención una tableta que un libro electrónico porque pienso que le sacaría más partido. Sin embargo, creo que si buscamos un dispositivo única y exclusivamente para leer el eBook me parece más atractivo puesto que es más "manejero", más cómodo para la vista y, según comentan, con una batería similar a la de un móvil puede permanecer encendido durante una semana. Además supongo que la cada vez mayor oferta de tabletas aumentará la competencia y empujará a la baja el precio de estos dispositivos, como ha sucedido con el Kindle que pasó de costar a 260 dólares a los 189 dólares por los que se puede conseguir ahora.

En cuanto a la desaparición del libro de papel, nadie sabe a ciencia cierta lo que nos deparará el futuro, pero yo soy de los que piensan que aún le queda una larga vida pues tener un libro de papel en las manos conlleva una serie de sensaciones que difícilmente puede proporcionar ningún dispositivo electrónico.

Un saludo y muchas gracias por la visita!!

Mónica dijo...

Hombre, yo no me había parado a pensar en las "sensaciones"... Creo que si se trata de un manual en el que tienes que realizar una busqueda, un libro de una asignatura en la que te quieres centrar en un tema... es más manejable el libro de papel... pero un libro de lectura sin más?,

Creo que es más cómodo, práctico y fácil de llevar un tabler que un libro de papel, ya no solo por el peso si no, como he comentado en algún blog, porque puedes llevar varios pediodicos en un mismo dispositivo !!!! donde te metes 3 o 4 periodicos en el metro, es gasto de papel y gasto de todo... Y sé que en este aspecto piensas lo mismo.

Bueno no me entretengo. Seguiremos hablando.

Un saludo!
PD: Yo también soy fiel seguidora de tu blog! :)

Demetrio dijo...

Si, estoy contigo en que las ventajas en cuanto a comodidad, ahorro de espacio, versatilidad,etc. respecto al libro impreso son innegables. Sin embargo, tampoco podemos negar la existencia de una "cultura" en torno al libro que difícilmente se podría llevar a cabo con el libro electrónico: el placer de leer un libro viejo, que te lo dediquen, notar el gramaje del papel con la yema de los dedos, el día de San Jordi en Cataluña,... costumbres muy arraigadas y que, yo creo, que perdurarán aún muchos años. (Como está sucediendo, por ejemplo, con el vinilo).

En mi caso particular, que creo que me pasa como a ti, que soy muy "pro-tecnología", no me va a costar nada pasarme al libro electrónico, pero considero que también hay otras muchas personas para los que leer es algo más que la lectura en sí, por así decirlo tienen su "liturgia", y el libro impreso les aporta un valor añadido que no van a encontrar en el formato electrónico por lo que seguirán demandándolo en papel.

Pero bueno, todo está por ver y el tiempo nos dará o quitará la razón. Un saludo!

Laura dijo...

En el metro ya he visto varios usuarios de estos libros.. y la verdad que la calidad de la escritura en la pantalla es una pasada, me los imaginaba bastante peor la verdad...

Demetrio dijo...

Hola Lau! Si, lo cierto es que son una pasada, a ver si los ponen a un precio más asequible y empiezan a sacar todo en formato digital, porque da la impresión de que merecen bastante la pena.

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