¿El futuro es ella?

Según el Retrato de las PyME 2010 elaborado por el Directorio Central de Empresas (DIRCE) el 99,88% de las empresas españolas son PyME (excluyendo agricultura y pesca). No obstante, llevar a cabo una actividad emprendedora es siempre una ardua tarea, especialmente en España. Desde el Observatorio de la PyME se señalan algunas de las dificultades crónicas que, típicamente, deben afrontar las personas emprendedoras a la hora de crear y gestionar su propia empresa en nuestro país, como son: barreras administrativas y fiscales, la falta de un plan de empresa y de experiencia en gestión empresarial,  procedimientos de cobro y pago ineficientes, dificultades de acceso a la financiación, escasez de innovación, poco poder de negociación, etc. Todo ello agravado por la actual crisis financiera, de confianza y de mercado, ha llevado a que la actividad emprendedora cayera un 27,1% en 2009.

Si estudiamos la actividad emprendedora en función del género, ahora que desde la Comisión Europea se persigue fomentar el logro de la igualdad en la actividad profesional, plasmada en España con la creación del Ministerio de Igualdad,  comprobamos que, lamentablemente, la mujer ha sido la gran damnificada ante esta situación. Según el Informe GEM 2009, debido a la crisis, la actividad emprendedora femenina se ha reducido un 35%, frente al 22,1% de la masculina. En consecuencia, aumenta la brecha entre ambos situándose la actividad emprendedora masculina en el 6,29% sobre la población masculina, frente al 3,88% de las mujeres, justo ahora, cuando en 2008 las diferencias entre ambos géneros se habían reducido notablemente y los datos parecían apuntar que la igualdad entre los emprendedores estaba al alcance de la mano.

Cabe entonces preguntarse por qué la crisis ha afectado más a las mujeres emprendedoras. En dicho informe se justifica señalando que, por lo general, la actividad emprendedora femenina es menos ambiciosa, muy focalizada en productos de consumo y poca presencia en sectores tecnológicos. También se da la circunstancia de que, en términos generales, la mujer suele ser más adversa al riesgo por lo que, en una coyuntura económica como la actual, han preferido cerrar sus negocios antes de tener que soportar pérdidas.

Otro rasgo diferenciador de la actividad emprendedora femenina son los problemas de conciliación del trabajo con la vida familiar, como muestran los resultados de la siguiente encuesta del informe “Mujer y desafío emprendedor en España” elaborado por el GEM:


También en este informe se refleja una mayor dificultad por parte de la mujer en el acceso a la financiación, que en parte se podría explicar por una menor confianza de las entidades financieras en el tipo de negocio que, típicamente, llevan a cabo las mujeres que, por lo general, son de menor tamaño y con menor potencial de crecimiento que los desempeñados por hombres.

Por lo tanto, hemos podido identificar algunas características diferenciadoras entre emprendedores y emprendedoras. Además los datos son claros y es evidente que la crisis ha supuesto un duro golpe, especialmente para la mujer emprendedora. Sin embargo, esta situación puede suponer una gran oportunidad: “crisis” es sinónimo de “cambio” y tal vez sea éste el momento para transformar el emprendimiento femenino dirigiéndose a nuevos sectores con mayores posibilidades de crecimiento, que generen mayor valor añadido, etc. que hasta ahora siempre han sido típicamente masculinos, especialmente aquellos con base tecnológica, pues, con una población universitaria mayoritariamente femenina, la mujer está cualificada para ello. 

Es por esto que considero conveniente y muy necesario que se de apoyo y existan programas de ayuda específicos para la mujer emprendedora. No obstante, éste es un tema bastante controvertido. Planteando esta misma cuestión en clase de Gestión del Conocimiento la semana pasada, las chicas eran las primeras que rechazaban la idea pues lo interpretaban como un signo de debilidad. Personalmente no considero que la prestación de este tipo de ayudas se pueda asociar a que la mujer esté menos capacitada para emprender sino que, únicamente, responde al hecho de que parten de una situación desfavorable. Cuando nos hacen el descuento joven o nos conceden una beca, nadie se plantea que estas ayudas respondan a que se nos considere inferiores a los trabajadores o que seamos inútiles incapaces de buscarnos la vida, si no que responden a una situación determinada, por lo que no entiendo por qué cuando el elemento diferenciador para llevar a cabo una política de discriminación positiva sea el género haya que ser tan suspicaces.

En mi opinión, este apoyo se debería focalizar en torno a las tres grandes dificultades que, típicamente, debe afrontar la mujer emprendedora: conciliación con la vida familiar, la brecha tecnológica y acceso a la financiación. Por lo tanto no se debe limitar a un simple apoyo financiero sino que también parecen necesarias acciones sociales, culturales, formativas, etc.

Muchas de estas iniciativas podemos localizarlas en internet, como son: Banco Mundial de la Mujer, Instituto de la Mujer, Soy empresaria, e-empresarias.net, Ellas 2.0, etc. No obstante, este tipo de apoyo puede ser más o menos eficaz, como podemos observar, por ejemplo, si comparamos las dos últimas.  Desde e-empresarias.net se ofrece un amplio servicio de apoyo y asesoramiento a la mujer emprendedora y empresaria, con más de 40.000 usuarios registrados y habiendo gestionado más de 100.000 consultas, lo considero un sitio web de referencia en este campo, tanto en servicio como en contenido, además cuenta con una participación muy activa de los usuarios. En contraposición a ésta página, encontramos el sitio web de Ellas 2.0, en principio su objetivo es acercar a la mujer emprededora a la tecnología, aunque si examinamos sus contenidos parece que están más preocupados en darse autobombo. Como no podía ser de otra manera, han optado por darle un formato de web 2.0, aunque la participación de los usuarios es mínima, tal vez por el escaso o nulo interés de los contenidos. Estéticamente se podría decir que es más llamativa que la anterior pero también bastante menos práctica y poco o nada versátil, ni siquiera podemos hacer una búsqueda por temas. La idea es buena y estoy convencido de que la intentan llevar a cabo con la mejor de las intenciones, sin embargo, no creo que estén cumpliendo con su objetivo. Por ejemplo, en la sección “Escaparate”, se pide a los participantes que dispongan de Twitter, Facebook y Linkedin y no se explica por ningún lado qué son esas redes, para qué sirven ni siquiera se ofrece un pequeño tutorial sobre los mismos, así que no sería de extrañar que alguien que esté buscando una primera toma de contacto con este tipo de tecnologías salga huyendo de la web a las primeras de cambio. Sinceramente, considero que se debería cuidar más este aspecto, intentando facilitar y hacer más accesibles las nuevas tecnologías de la información, de un modo más efectivo.

Para concluir, me gustaría expresar mi opinión de que con una mayor presencia de la mujer en la actividad emprendedora, no sólo ellas se verán beneficiadas, si no que tendrá efectos muy positivos para el conjunto de la sociedad, ya que, por norma general, la mujer suele tener una serie de habilidades innatas, principalmente las relacionadas con la inteligencia emocional, que a día de hoy son un recurso escaso y muy necesario en la forma de hacer negocios, lo que lleva a muchos a afirmar que el "futuro es ella".

Un saludo y a la espera de vuestras críticas! ;)

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